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(1611) | |
VEJAMEN QUE SE DIO EN GRANADA A UN SOBRINO DEL ADMINISTRADOR DEL HOSPITAL REAL, QUE ES LA CASA DE LOS LOCOS | |
Tenemos un doctorando, | |
discretos y generosos | |
oidores de las tibiezas | |
que con empacho supongo. | |
5 | Tenemos un doctorando |
criado en un oratorio | |
(en una casa de orates, | |
por no decilla de locos), | |
tan comensal, tan hermano | |
10 |
aun de los más furïosos, |
que un orate, fratres suyo | |
será pulla para todos. | |
Este, pues, doctorandico | |
quiere, en la octava del Corpus, | |
15 | por autorizar el suyo, |
hacer burla de nosotros. | |
Hanos convidado a verlo, | |
y creo que lo hacen pocos | |
de los que lo están mirando, | |
20 | si no se ponen antojos; |
bien es verdad que su encia | |
se paga, y aun muy al doblo, | |
porque no nos puede ver: | |
y no penséis que es por odio, | |
25 |
sino por la oblicuidad |
de sus dos serenos ojos, | |
tan serenos, que lo tienen | |
romadizado y con mocos. | |
Este, pues, doctoranduncio | |
30 | amaneció con golondros |
de doctor, una mañana | |
que se le alteró el meollo. | |
Pidióle borla el testuzo, | |
y entre vano y vergonzoso | |
35 | le dijo a su señor tío: |
«Pater noster, yo soy pollo | |
del huevo que ya empollastes, | |
con vuestra pluma me honro: | |
dejarme caer en esta | |
40 |
tentación de semidocto; |
ya que lo soy de la haz, | |
hacedme del revés tordo, | |
dotor digo, y sea, una borla, | |
giralda del capitolio». | |
45 |
Correspondióle su tío |
y, aunque algo escrupuloso | |
de su talento, a la costa | |
jinetes ofreció de oro. | |
Conócelo, porque ha sido | |
50 |
del ya menguado auditorio |
de sus sermoncicos, uno, | |
y no ha querido ser otro; | |
conócele que predica, | |
reventando muy de tosco, | |
55 |
frusleras italïanas |
por monseñor de Bitonto; | |
conócele que no tiene | |
ni más partes, ni más tomo, | |
que las de santo Tomás, | |
60 | y del siempre agudo Scoto; |
conócelo, mas la honra | |
le hizo decir «Sí otorgo», | |
aunque ahora la vergüenza | |
lo tiene como un madroño. | |
65 |
Hanos traído, pues, hoy |
este nieto de Pus Podos | |
(por lo cumplido de pies, | |
según la regla de Antonio) | |
donde me ha obligado a mí, | |
70 |
por lo que tiene de potro |
tortural y aun apretante, | |
si no de borrico y romo, | |
a deciros las verdades | |
que he callado y ya conozco | |
75 |
de este discípulo mío, |
de este ya mi oyente sordo: | |
lo que trabajé con él | |
sábelo el santo glorioso | |
que celebramos hoy, pues | |
80 | quizá quedó menos ronco |
de dar voces al desierto | |
y de convertir escollos, | |
que yo de explicarle puntos | |
que hoy le he de dar por el rostro. | |
8 | Es tan rudo su merced, |
que puede sanar él solo | |
mal de madre, muchos más | |
que darlos, un alboroto. | |
Presume, con todo eso, | |
90 | su merced, de ingenïoso, |
mas es, su ingenio, de seda, | |
que repite para torno, | |
donde creo que ha torcido | |
la de este cándido copo: | |
95 |
de esta borla blanca, digo, |
que ha pretendido baboso | |
y que ha hilado gusano, | |
donde se ha de quedar bobo, | |
que es capullo para unos | |
100 | lo que es borla para otros. |
Concédale, pues, el claustro, | |
este doctoral adorno; | |
sirva de tilde, la insignia, | |
a la q de nuestro coco, | |
105 | que hay señor q tilde, que |
hanlo crecido de hombros | |
dos hebras de seda más | |
que cuatro dedos de corcho. | |
¡Vanidad de vanidades! | |
110 |
Tanto levanta del polvo, |
su mitra, a la cogujada, | |
como su capelo al hongo; | |
defecto natural suple | |
mal, remedio artificioso: | |
115 |
mono vestido de seda |
nunca deja de ser mono. | |
Consuélese voacé, | |
y goce en siglos dichosos | |
el debido honor a estudios | |
120 | de un Tostado en nuestro horno; |
el magisterio romped, | |
por lo que tenéis de tronco, | |
los años de las encinas | |
de nuestro Romano Soto; | |
125 |
seáis por lo autorizado |
mucho más grave que el plomo, | |
metal que igualmente ignora | |
la facilidad y el moho; | |
hágaos por bienquisto, el vulgo, | |
130 | el mismo aplauso que a un toro; |
victor os aclamen letras | |
de escolástico y redondo; | |
tan pegado a las paredes | |
viváis, que algún invidioso | |
135 | os rempuje algún suspiro, |
cuando no os diga un responso; | |
sonando al fin vuestro nombre | |
desde el Cancro al Capricornio, | |
trompas de la Fama digan | |
140 |
que se gradúan ya trompos. |
Tenemos un doctorando
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona