Décimas, por orden cronológico
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No os diremos, como al Cid
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De un monte en los senos, donde
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De puños de hierro ayer
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Pensé, señor, que un rejón
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¿Qué cantaremos ahora...?
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Musas, si la pluma mía
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Con la estafeta pasada
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Esa palma es, niña bella
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Pintado he visto al Amor
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Flechando vi, con rigor
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En trescientas santas Claras
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Truena el cielo, y al momento
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Con mucha llaneza trata
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El lienzo que me habéis dado
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Presentado es el menudo
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Marco de plata excelente
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Pastor que en la vega llana
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¡Oh montañas de Galicia...!
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Larache, aquel africano
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Esta bayeta forrada
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Recibid ambas a dos
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Dos conejos, prima mía
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Sin duda os valdrá opinión
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La perla que esplendor fue
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Ociosa toda virtud
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Por más daños que presumas
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No me pidáis más, hermanas
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La que ya fue de las aves
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Murió Frontalete, y hallo
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¡Cuán venerables que son...!
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En hábito de ladrón
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Don Juan soy, del Castillejo
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En vez de acero bruñido
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Royendo sí, mas no tanto
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Sotés, así os guarde Dios
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Yace Bonamí; mejor
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Ya que al de Béjar le agrada
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Cristales el Po desata
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Caballo que despediste
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Vamos, Filis, al vergel
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Guerra me hacen dos cuidados
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Ya que indignada caída
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Dulce niña, el barro bello
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No hay que agradeceros nada
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Cuanto el acero fatal
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Mil veces vuestro favor
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Este de mimbres vestido
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Siempre le pedí al Amor
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Esta hermosa prisión
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Al hermoso dueño mío
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Señor, pues sois mi remedio
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Yace aquí Flor, un perrillo
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Tropezó un día Dantea
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Ni a rayo el sol perdonó
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Doctor barbado, crüel
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Con Marfisa en la estacada
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Casado el otro se halla
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Oh tú de los bachilleres
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¡Oh jurisprudencia! ¡Cuál...!
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Un conde prometedor
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Tu beldad, Clori, adoré
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Al cardenal mi señor