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(1597) |
-¿Quién es aquel caballero |
que a mi puerta dijo: Abrid? |
-Caballero soy, señora, |
caballero de Moclín. |
5 Nieto soy de cuatro grandes |
de a tres varas de medir, |
tan deudo del conde Claros, |
que me acuesto sin candil. |
Mi hacienda es un escudo |
10 orlado de treinta mil, |
no maravedís de juro, |
sino insignias del Sofí. |
Los cuarteles de mi escudo |
lo pueden ser de un jardín: |
15 un espino y dos romeros |
y cuatro flores de lis; |
qué verde soy de linaje |
no lo sepa algún rocín, |
que me teñirá en gualdado, |
20 estas mañanas de abril. |
Sangre, más que una morcilla, |
honra, más que un paladín, |
doña Blanca está en Sidonia, |
y en mi bolsa, ni un ceutí. |
25 Toda la tierra he corrido, |
el mar he visto en latín: |
mare vidi muchas veces, |
pero no maravedí. |
La necesidad, que tiene |
30 el ánima de un gentil, |
la brújula de un gitano, |
la conciencia de un neblí, |
en el real de don Sancho |
me libraba algún cuatrín; |
35 cuando las tinieblas visten |
los gatos, de vellorí, |
dos hombres de armas y yo |
salíamos por ahí |
a captivar ferreruelos |
40 que corrían el país; |
tal vez no solo la capa |
nos dejaba, san Martín, |
sino también el espada |
con que la solía partir; |
45 gentilhombres hice a muchos |
sin ser rey, a muchos di |
espaldarazos, sin darles |
el lagarto carmesí. |
Soy un Cid en quitar capas, |
50 perdóneme el señor Cid: |
quédesele el Campeador, |
y el capeador para mí; |
mi camisa es la tizona, |
que tiene filos de brin, |
55 y no ha sido la colada |
después que me la vestí; |
si me hiere, Dios lo sabe: |
a lo menos sé decir |
que tengo sangre con ella, |
60 como mujer varonil. |
¡Oh cuánto puede, señora, |
un cuello de caniquí! |
Si no es rosa desta espina, |
él miente como rüín. |
¿Quién es aquel caballero...?
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona