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Sin Leda y sin esperanza, |
rompe en mal seguro leño |
su serenidad al mar |
y a la noche su silencio, |
5 un pobre pescadorcillo, |
ausente de sus deseos |
lo que hay del mar andaluz |
a los valencianos senos. |
A calar salió sus redes, |
10 mas el hijuelo de Venus, |
suspendiéndolo de oficio, |
lo condenó a pensamientos; |
a dulces memorias dado |
y arrebatado a su cielo, |
15 los remos deja a las aguas |
y la red ofrece al viento. |
Barquero, barquero, |
que se llevan las aguas los remos. |
No teme enemigas velas, |
20 o de renegado griego |
o de extranjero pirata, |
de la laguna al estrecho, |
porque el Amor le asegura |
que no hay cosario tan fiero |
25 que para un cuerpo sin alma |
embista un bajel sin dueño. |
Y así, la incierta derrota |
prosigue, velando sueños, |
animoso amante vivo, |
30 humilde pescador muerto. |
Lágrimas vierten sus ojos, |
suspiros lanza su pecho, |
por pagar al mar, y al aire, |
forzados y marineros. |
35 Barquero, barquero, |
que se llevan las aguas los remos. |
Sin Leda y sin esperanza
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona