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(1587) |
Hanme dicho, hermanas, |
que tenéis cosquillas |
de ver al que hizo |
a Hermana Marica; |
5 por que no mováis, |
él mismo os envía |
de su misma mano |
su persona misma, |
digo, su aguileña |
10 filomocosía |
(ya que no pintada, |
al menos, escrita), |
y su condición, |
que es tan peregrina |
15 como cuantas vienen |
de Francia a Galicia. |
Cuanto a lo primero, |
es, su señoría, |
un bendito zote |
20 de muy buena vida, |
que come a las diez |
y cena de día, |
que duerme en mollido |
y bebe con guindas; |
25 en los años, mozo, |
viejo, en las desdichas, |
abierto de sienes, |
cerrado de encías; |
no es grande de cuerpo, |
30 pero bien podría |
de cualquier higuera |
alcanzaros higas; |
la cabeza al uso, |
muy bien repartida, |
35 el cogote atrás, |
la corona encima, |
la frente espaciosa, |
escombrada y limpia, |
aunque con rincones, |
40 cual plaza de villa; |
las cejas, en arco, |
como ballestillas |
de sangrar a aquellos |
que con el pie firman; |
45 los ojos son grandes, |
y mayor, la vista, |
pues conoce un galgo |
entre cien gallinas; |
la nariz es corva, |
50 tal, que bien podría |
servir de alquitara |
en una botica; |
la boca no es buena, |
pero, al mediodía, |
55 le da ella más gusto |
que la de su ninfa; |
la barba, ni corta |
ni mucho crecida, |
porque así se ahorran |
60 cuellos de camisa; |
fue un tiempo castaña, |
pero ya es morcilla: |
volveránla penas |
en rucia o tordilla; |
65 los hombros y espaldas |
son tales, que habría, |
a ser él san Blas, |
para mil reliquias; |
lo demás, señoras, |
70 que el manteo cobija, |
parte son visiones, |
parte, maravillas; |
sé decir, al menos, |
que en sus niñerías |
75 ni pide a vecinos |
ni falta a vecinas. |
De su condición |
deciros podría, |
como quien la tiene |
80 tan reconocida, |
que es, el mozo, alegre, |
aunque su alegría |
paga mil pensiones |
a la melarquía; |
85 es de tal humor, |
que en salud se cría |
muy sano, aunque no |
de los de Castilla. |
Es mancebo rico |
90 desde las mantillas, |
pues tiene (demás |
de una sacristía) |
barcos en la sierra |
y, en el río, viñas, |
95 molinos de aceite |
que hacen harina, |
un jardín de flores |
y una muy gran silva |
de varia lección, |
100 adonde se crían |
árboles que llevan, |
después de vendimias, |
a poder de estiércol |
pasas de lejía. |
105 Es enamorado |
tan en demasía, |
que es un mazacote, |
que diga, un Macías, |
aunque no se muere |
110 por aquestas niñas |
que quieren con presa |
y piden con pinta: |
dales un botín, |
dos octavas rimas, |
115 tres sortijas negras, |
cuatro clavellinas; |
y a las damiselas |
más graves y ricas, |
costosos regalos, |
120 joyas peregrinas, |
porque para ellas |
trae cuanto de Indias |
guardan en sus senos |
Lisboa y Sevilla: |
125 tráeles de las huertas |
regalos de Lima, |
y de los arroyos, |
joyas de la China. |
Tampoco es amigo |
130 de andar por esquinas |
vestido de acero |
como de palmilla, |
porque para él |
de la Ave María |
135 al cuarto de la alba |
anda la estantigua. |
Y porque a su abuela |
oyó que tenían, |
los de su linaje, |
140 no más que una vida, |
así desde entonces |
la conserva y mira |
mejor que oro en paño |
o pera en almíbar. |
145 No es de los curiosos |
a quien califican |
papeles de nuevas |
de estado o milicia, |
porque son (y es cierto, |
150 que el Bernia lo afirma) |
hermanas de leche |
nuevas y mentiras. |
No se le da un bledo |
que el otro le escriba, |
155 o dosel lo cubra |
o adórnelo mitra; |
no le quita el sueño |
que de la Turquía |
mil leños esconda |
160 el mar de Sicilia, |
ni que el Inglés baje |
hacia nuestras islas, |
después que ha subido |
en la que lo envía. |
165 Es su reverencia |
un gran canonista, |
porque en Salamanca |
oyó Teología, |
sin perder mañana |
170 su lección de prima, |
y al anochecer, |
lección de sobrina; |
y así es desde entonces |
persona entendida, |
175 si a su oído tañen |
una chirimía. |
De las demás lenguas |
es gran humanista, |
señor de la griega |
180 como de la escita; |
tiene por más suya |
la lengua latina, |
que los alemanes |
la persa o la egipcia; |
185 habla la toscana |
con tal policía, |
que quien lo oye dice |
que nació en Coimbra; |
y en la portuguesa |
190 es tal, que dirían |
que mamó en Logroño |
leche de borricas. |
De la Cosmografía |
pasó pocas millas, |
195 aunque oyó al Infante |
las siete partidas; |
y así, entiende el mapa |
y de sus medidas |
lo que el mapa entiende |
200 del mal de la orina. |
Sabe que en los Alpes |
es, la nieve, fría, |
y caliente, el fuego |
en las Filipinas; |
205 que nació, Zamora, |
del Duero en la orilla, |
y que es natural, |
Burgos, de Castilla; |
que desde la Mancha |
210 llegan a Medina |
más tarde los hombres |
que las golondrinas. |
Es hombre que gasta |
en Astrología |
215 toda su pobreza |
con su picardía: |
tiene su astrolabio |
con sus baratijas, |
su compás y globos |
220 que pesan diez libras; |
conoce muy bien |
las siete Cabrillas, |
la Bocina, el Carro |
y las tres Marías; |
225 sabe alzar figura |
si halla por dicha |
o rey o caballo |
o sota caída. |
Es fiero poeta, |
230 si lo hay en la Libia, |
y cuando lo toma |
su mal de poesía, |
hace verso suelto |
con Alejandría, |
235 y con algarrobas |
hace redondillas; |
compone romances |
que cantan y estiman |
los que cardan paños |
240 y ovejas desquilan, |
y hace canciones |
para su enemiga, |
que de todo el mundo |
son bien recibidas, |
245 pues en sus rebatos |
todo el mundo limpia |
con ellas de ingleses |
a Fuenterrabía. |
Finalmente, él es, |
250 señorazas mías, |
el que dos mil veces |
os pide y suplica |
que con los gorrones |
de las plumas rizas |
255 os hagáis gorronas |
y os mostréis harpías, |
que no sepultéis |
el gusto en capillas, |
y que a los bonetes |
260 queráis las bonitas. |
Hanme dicho, hermanas
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona