4. Calidoscopio

Rediseño inTICgral de la asignatura Proyecto Final de Graduación

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Ana Rodera

Ana Rodera, profesora internacional del máster en Tecnología e Innovación Educativa (MATIE) de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA) y consultora pedagógica externa del proyecto EDvolució

¿Cómo podemos hacer aterrizar la innovación educativa con éxito en los estudios de tercer ciclo? ¿De qué modo las evidencias de aprendizaje de un máster llegan a impactar en la resolución de retos educativos reales? En el máster en Tecnología e Innovación Educativa (MATIE) de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA) hemos observado, analizado y personalizado la innovación, considerando tanto las demandas y las expectativas de las sociedad costarricense vinculadas a los procesos formativos como las habilidades requeridas en los profesionales de la educación del siglo XXI. Este posicionamiento nos ha llevado a integrar la innovación, en diferentes tiempos y con diferentes intensidades, formas y recursos, a lo largo del MATIE, y que han afectado directamente al rediseño del curso Proyecto Final de Graduación (PFG).

Entre los detonantes que nos han llevado a esta nueva concepción y diseño de la materia PFG destacamos estos cinco:

  1. La imposibilidad de aplicar una metodología ágil que permitiese llevar a cabo un proyecto de innovación educativa mediado por las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), evaluando su impacto en la generación de aprendizajes significativos y en los procesos de enseñanza y evaluación.

  2. La falta de un enfoque educativo basado en competencias.

  3. El uso poco crítico, ineficaz y limitado de las TIC en las propuestas educativas presentadas por el alumnado.

  4. La baja satisfacción con la experiencia de aprendizaje manifestada por los alumnos de ediciones anteriores.

  5. La necesidad de consolidar diversas habilidades (tanto blandas o soft skills como habilidades duras o hard skills) entre los estudiantes, ofreciendo una formación integral a las personas que les permitan desenvolverse con éxito en entornos volátiles, inciertos, complejos y ambiguos (o entornos VICA).

El replanteamiento del PFG nos ha llevado a idear e implementar una asignatura capaz de permitir vivir al estudiantado en primera persona y en cada una de las materias una adquisición progresiva de habilidades de dominio técnico de determinadas TIC, facilitando su integración crítica en las metodologías y estrategias de evaluación activa dentro de sus aulas; buscar la evolución constante del proyecto planteado a partir del afianzamiento del pensamiento crítico y del desarrollo de la metacognición, durante las doce semanas del curso; aumentar las posibilidades reales de transferir rápidamente los conocimientos del MATIE a los contextos educativos de los profesionales participantes del curso; convertir el error, la investigación o el atrevimiento en motores del aprendizaje; compartir procesos, etapas, actividades y cualquier información sobre el “cómo” se llevó a la práctica el proyecto de innovación educativa mediado por las TIC, sin eludir los puntos a mejorar o las situaciones problemáticas o sin éxito que se dieron, para inspirar a otros profesionales, y aunar teoría y práctica en un proyecto realista y con impacto a corto plazo sobre la comunidad educativa en la que se desarrolla.

Entre las novedades y modificaciones más significativas incluidas en el actual PFG destacamos las ocho siguientes:

  1. Planteamiento de un proyecto basado en una necesidad, un problema o la materialización de una idea que parte de un contexto educativo real.

  2. Establecimiento de una ratio máxima de 15 estudiantes por docente.

  3. División del PFG en cuatro entregables que adoptan diferentes formatos (informe final o artículo de investigación, vídeo documental, presentación y portafolio digital).

  4. Acompañamiento cercano, continuo y personalizado por parte del profesor de la materia (cuatro reuniones virtuales y comunicación vía correo electrónico o a través de los foros a lo largo del trimestre).

  5. Aplicación de instrumentos-guía del PFG, desde sus etapas iniciales (ficha de ideas preliminares, ficha de anteproyecto o artículo de revisión bibliográfica…) hasta la verificación de las diferentes fases incluidas en cada uno de los cuatro entregables  (checklists de validación de elementos, rúbricas de evaluación de entregables…).

  6. Listado de recursos actualizados y concisos relacionados con la óptima ideación y elaboración de los entregables agrupados en un marcador social colaborativo.

  7. Trabajo transversal de la competencia digital a lo largo de todos los cursos de la maestría (generación de entornos virtuales de aprendizaje, diseño de líneas de tiempo para el trabajo por proyectos, uso de herramientas de gestión de proyectos, edición de infografías para la presentación de resultados, uso de imágenes y vídeos interactivos para la exposición de temas…), evidenciando sus posibles usos en situaciones de enseñanza-aprendizaje y evaluación.

  8. División de la asignación de la nota final del PFG en dos partes: calificación del docente de la asignatura (50%) y valoración del comité evaluador del PFG (50%).

La integración de la totalidad de las modificaciones anteriores ha sido posible gracias al apoyo, la implicación y el trabajo colaborativo de la coordinadora de la MATIE con el profesorado, la agilización de los trámites burocráticos, la adopción de un estado de “experimentación beta permanente” en las diferentes asignaturas, la búsqueda de experiencias de aprendizaje de calidad y la reflexión crítica que se desprende del feedback brindado por los estudiantes de promociones anteriores.

La apuesta por dividir la presentación del PFG en cuatro entregables ha permitido a los estudiantes, por un lado, (de)mostrar habilidades diversas asociadas tanto al dominio técnico de determinadas tecnologías como a la adquisición de habilidades propias del 2020, que quedaban ocultas cuando solamente se hacía uso de una única entrega de carácter textual. Y, por otro lado, compartir con el resto de la comunidad educativa su proyecto, sus hallazgos, sus errores, sus aprendizajes, sus dificultades, etc., actuando como inspiradores de sus compañeros docentes.

Antes de entrar a trabajar de lleno en los diferentes entregables del PFG, los estudiantes generan su propio cronograma de trabajo. Para ello se valen de TIC que faciliten la gestión de proyectos, como por ejemplo Trello, Tasks de Google Calendar o Remember the Milk.

El informe final adopta la forma de artículo de investigación, que sigue las pautas de publicación de la revista electrónica Educare. Hemos seleccionado este formato con el fin de que el alumnado pueda llevar a cabo un proceso de investigación formal de su proyecto, desde su diseño hasta la comunicación de sus conclusiones.

Las TIC trabajadas en este entregable son, entre otras, gestores bibliográficos (Zotero o Mendeley), marcadores sociales (Wakelet o Diigo), generadores de figuras (Generador de gráficos o Canva), editores de texto colaborativos (Documentos de Google Drive), herramientas para la publicación y asociación de ideas (Padlet o Coggle).

El vídeo documental permite a los alumnos del PFG producir material audiovisual que incluya diferentes momentos e intervenciones de participantes en su propuesta de innovación educativa mediada por las tecnologías. La creatividad, así como la gestión y coordinación, son habilidades trabajadas intensamente en este entregable. Asimismo, servicios tecnológicos y aplicaciones móviles de grabación y edición de vídeos (FlexClip o InShot) son utilizados tanto en la producción como en la postproducción del vídeo.

La presentación del proyecto de innovación educativa ante un comité evaluador tiene una duración de 15 minutos. Los alumnos disponen de ejemplos de formatos de presentación ágiles como PechaKucha, Ignite o Elevator Pitch para inspirarse y prepararse. También cuentan con recursos referidos a la expresión oral o a la organización y presentación de informaciones, que se organizan en un marcador social colaborativo. En cuanto a las TIC susceptibles de utilizarse en la configuración de este entregable, encontramos plantillas de presentaciones (SlidesCarnival), playlist sobre vídeos para realizar presentaciones eficaces, marcadores sociales, repositorios de imágenes e iconos gratuitos (Pixabay o Freepick) y tecnologías para la edición colaborativa de presentaciones (presentaciones de Google Drive).

El portafolio digital (o eportfolio) recoge los tres entregables anteriores, así como todas las evidencias de aprendizaje en formatos variados (texto, audio, vídeo o imagen) que cada estudiante considere pertinente incluir, con el fin de acercar a su posible público objetivo las diferentes acciones que ha llevado a cabo a lo largo de todo su proyecto. Algunas de las tecnologías de las que se valen los alumnos para elaborar su portfolio son Pathbrite, Google Sites, Blogger, Wordpress. com, Medium o Evernote. Todas ellas son intuitivas, gratuitas y permiten insertar fácilmente informaciones en diversos formatos.

De las lecciones aprendidas en nuestro tránsito hacia la innovación de la MATIE mencionamos las siguientes: diseñar maestrías, grados y cursos, con el objetivo en mente de convertir a los estudiantes en agentes de cambio educativos, que cuenten con actitudes y aptitudes que les permitan generar, aplicar y transferir conocimientos y ser capaces de innovar en contextos educativos desafiantes; establecer sinergias positivas y proyectos atractivos y colaborativos entre la sociedad digital, los contextos empresariales y la universidad; potenciar la competencia digital del alumnado universitario, integrando transversalmente en las asignaturas y de manera no intrusiva, coherente y progresiva, tecnologías que, por un lado, acompañen la construcción de aprendizajes significativos y que, por otro lado, ayuden al profesorado en el diseño y aplicación de metodologías y estrategias de evaluación activas, y hacer de la elaboración de los entregables o de las evidencias de aprendizaje una experiencia gratificante, motivadora, personalizada y útil que vaya aunada a un crecimiento tanto personal como profesional de todos los estudiantes.

Como profesores del siglo XXI, nos toca ser transformadores: sí o sí. Implantemos el chip del atrevimiento (con)sentido en nuestros contextos formativos con el fin de dotar de atributos a la educación actual, de modo que se convierta en una herramienta imprescindible en los procesos de indagación y resolución de retos y de adquisición de aprendizajes a lo largo de la vida de las personas de la sociedad digital.

Llevamos demasiado tiempo hablando de innovación; quizás ha llegado el momento de pasar a “hacer innovación” en la universidad, ¿no creéis?